miércoles, 2 de noviembre de 2011

Fuera del estadio

Hoy dejaré a un lado los directores técnicos, los jugadores y sobretodo los goles porque nos dieron nuestra cuota semanal de 4 pepinos en el Victor Manuel Reyna, como dijera un amigo. Hoy voy a comentar sobre lo que sucede en las tribunas y fuera del estadio.

Sé bien que los aficionados de los Pumas de la UNAM nos hemos distinguido por ser de las aficiones más grandes, con mucha pasión y de los más "rebeldes" en el fútbol mexicano, junto a los de Tigres, Toluca....en fin, de las más famosas, sin embargo también son señaladas como las más revoltosas y agresivas, pero no es de a gratis.

He de reconocer que los Jaguares de Chiapas han estado haciendole mucha publicidad al equipo principalmente en las redes sociales, lo cual me ha parecido muy atinado. Bien por ellos. La semana previa al partido Chiapas - UNAM los Jaguares estuvieron promoviendo dos hashtags en Twitter (si no tienen cuenta deberían de tener una) llamados #RujoComoJaguar o #MaulloComoPuma, con lo cual aseguro que muchos seguidores Pumas, me incluyo, nos llegó en lo profundo de nuestro orgullo azul y oro y llegaron, como yo, con muchas ganas de madrear chiapanecos aunque fuesen nuestros paisanos, sin embargo al llegar al estadio eso se olvida y te centras en apoyar a tu equipo cantando a todo volumen y brincando hasta que se te entuman los chamorros.

Para empezar a sacar lo que tengo dentro de mi corazón azul, a la Rebel no le dejaron ingresar con la murga y creo que todos tenemos derecho a entrar a un estadio a apoyar a nuestro equipo, seamos locales o seamos visitantes. Sin embargo a capela lo hicimos.

Ganemos o perdamos siempre traemos la fiesta encima y bien lo dice uno de nuestros cánticos: "todo es alegría, todo es carnaval" , así que después de la derrota salimos a disfrutar un rato con nuestros similares. Ya armado el carnaval en las afueras del estadios los policías (hay que estudiar, el que no estudie a policía va a llegar) nos corrieron de ahi y fue cuando comenzamos la caravana cuando los aficionados de Jaguares nos empezaron a lanzar piedras... no pequeñas, hagan de cuenta del tamaño de un Pan Compuesto y si no saben lo que es, imagínense la mitad de una torta de tamal.

Esto sucede, tampoco es para mí una novedad. Pero así como hay que saber perder, hay que saber ganar.

Hoy leí una columna de Rafael Narro y mencionaba cosas muy ciertas sobre la pasión que la gente tenía para apoyar a su equipo de fútbol dentro de la cancha y la que le hacía falta fuera del estadio para levantar de la mediocridad del país donde vivimos. He visto cómo niños o adolescentes cantan con tanto fervor el himno de los Pumas pero cuando se trata de cantar el himno nacional en la escuela todo es diferente... hasta pena les da cantarlo.

Estoy en un termino medio, tampoco estoy del lado de las personas que odian al fútbol y sólo lo tachan de pan y circo para el pueblo, porque si bien es un gran CIRCO a mucha gente nos sirve de escape y te olvidas de lo difícil que está la vida en estos tiempos.

A veces es inevitable hacerse de palabras con los fanáticos de otro equipo, es parte de la rivalidad, pero hay que hacer a un lado los puños y las piedras. Para concluír, quiero resumir todo a que la violencia y la falta de patriotismo que existe en México es un problema de educación y falta de valores.

Foto por Letinha...

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